En el país de la mentira
(ni pudieron, ni renunciaron)

Fidencio Treviño Maldonado.

En una guerra de palabras, simulaciones y mentiras se encuentra entrampada la comedia política mexicana. Poco o nada ha cambiado nuestra clase política a cualquier nivel en los últimos cincuenta años o más. Ve el mexicano con tristeza, asombro y hasta envidia el nivel que han logrado en todos los rublos países que han salido de guerras, que han pisado fondo, con menos recursos naturales que el nuestro y nos han rebasado por la derecha, la izquierda y hasta por arriba. Cobijados en una cascada de palabras y retóricas frases, así como miles de máscaras que usan los funcionarios para cubrir la ineptitud, hace que cada día inexorablemente el país se precipite sin tener alguna alcayata de donde detenerse.

Basta recordar al señor Fernando Martí en el mes de Agosto de 2012, apoyado en la Constitución Mexicana que le otorga todo el derecho, les dice al gobierno, entiéndase todos, desde los regidores del más pinchurriento municipio, pasando por los presidentes municipales, los gobernadores, las diferentes corporaciones de policía y al mismo Presidente de la República, que si no podían contra los criminales, narcos, secuestradores y compañía, pues que renunciaran, y sucedió que ni pudieron, mucho menos se ha sabido que alguien renuncie por ineptitud. Los cambios de puesto que se suscitan a pasto, uno o dos gobernadores los hacen renunciar, más a fuerza que por ellos o por vergüenza, otros ex gobernadores en juicios simulados y de ahí no pasa, todos los niveles, en toda la república son normales, renuncias por miedo de algunos comandantes, pero nadie ha dicho que es por ineptitud.

Estamos en un México, un país en donde se ha roto el futuro de la ilusión y el abismo se abre cada vez más distante entre las clases gobernantes y el pueblo, no hay futuro social, mucho menos político. Los políticos son además de cínicos, advenedizos, oportunistas y manipuladores, y el país camina a la par de esos truhanes en donde para ellos primero está el poder, después el triunfo y siempre soslayando el medio o mejoramiento social. Ante los hechos no hay palabras o argumentos que valgan y el país está envuelto en un vorágine de violencia que no se vive en ninguno otro, la anarquía y el caos vencen la razón, esto incluyendo los países que están en guerra, la confianza en nuestras fuerzas policíacas está perdida al igual que a los políticos en su mayoría corruptos ahora es la credibilidad perdida en todos los entornos, incluyendo los empresarios que también perdieron mucha credibilidad en los gobernantes, sobre todo aquellos empresarios que ayudaron a sus gobernantes en la campaña.

De nueva cuenta con el Presidente Peña Nieto se reúnen los Gobernadores y el gabinete, incluyendo algunos jefes de las corporaciones para hacer acto de medición en el control de la delincuencia, y el resultado por más que quieran hacer que las cifras y gráficas sean luminosas, éstas son grises y agrias con un dejo de ineficacia ya que a muchos gobernadores sólo les sirvió esta reunión para auto alabarse y a otros para quejarse como adolescentes cuando el muchacho de la cuadra les falta el respeto, y sin descartar las declaraciones pintorescas propias de estos personajes del folclor nacional: La verborrea inmersa en lugares comunes y retóricos sigue mandando en estos personajes en cada reunión.

Las familias no sólo de Ayotzinapa, sino también las otras miles que se han visto afectadas por esta ola de violencia con valor reclaman, “Que no tienen madre”, otra voz que predica en el desierto, otra voz apagada como las cientos de mujeres de Juárez, como los indígenas que día a día son maltratados y rechazados en un país en donde el pánico se adueñó de las calles y de los hombres y no pueden decir los políticos que es mentira ya que sólo basta ver el caudal de escoltas que ellos se cargan y traen en cada entrada o salida que hacen al baño, eso es parte del miedo, una mafia como la mala madrastra que se apoderó de México.

Ayer fueron 43, anteayer 34, hoy sólo 27 ejecutados, ¿y mañana cuántos encajuelados, secuestrados, ejecutados, quemados, decapitados serán? Y por otra parte -es una gran verdad a diario. el gobierno que ayer se detuvo tres capos, anteayer a 6 jefes de cárteles, se decomisaron toneladas de droga, se desarticularon cuatro bandas de secuestradores, 10 o más contenedores de productos piratas etc. Pero no es suficiente, el pueblo quiere paz, quiere ver justicia y la aplicación de la ley, no quiere inpunidad y si se castiga la ineficacia y la ineptitud deberían miles de funcionarios estar en la cárcel, o algo que quizás les duela más, echarlos de patitas o de bruces en la calle o en el arroyo, y así hasta se adelgazaría la nómina tan gorda que carga el pueblo.

A más de 12 meses del pacto que se hizo, el Presidente Peña Nieto, con gente bonita y perfumada en los jardines de palacio nacional con bombos y platillos, a la fecha, el crimen goza de cabal salud, mientras por otro lado la corrupción, los órganos de justicia, incluyendo a los jueces y las cárceles siguen en su festín, y el gobierno pide plazo hasta el año 2100 para medio acabar con el crimen organizado, sólo falta que nos diga si en la mañana o en la tarde. ¡No te acabes México!...

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